viernes, 25 de julio de 2008


El otro día tuve que quedarme en la pega hasta más tarde de lo habitual... (Nótese que en mi oficina a las 5:59 todos están arreglando sus cositas para irse, y si tu no lo haces, te echan... pues deben dejar las oficinas con alarma)...

Ese día, mientras trabajaba concentradísima, escuchaba el defile de mis compañeros, que uno a uno se iban despidiendo... Y tal como muchas veces me había pasado, esperaba que alguno me dijera; "Hay que cerrar el local..."... Sin embargo eso no sucedió...

A las 7:00, a pesar de no haber terminado, decidí apagar mi computador y terminar al otro día... Cuando apago la luz de mi container, me encontré en la soledad absoluta, y peor aún, envuelta en una oscuridad que no podía ni deslumbrar mi mano a 5 cm de distancia... UPS; se habían ido todos...

A tientas, traté de encontrar una pared, con la cual guiarme hacia la puerta principal...
Cuando llegué a mi destino, asustada no solo porque no veía nada, sino que también porque la idea de que anduvieran ratones cerca mío me aterraba; intenté inútilmente abrir la puerta para llegar al estacionamiento... HORROR: ESTABA CERRADA CON LLAVE...

QUE VOY A HACER????? ESTABA ENCERRADA, EN LA OSCURIDAD MÁS PROFUNDA Y SOLO ME ACOMPAÑABAN, EN TEORÍA, MIS AMIGUIS LOS RATONES...

Desesperada, llamé a un Capataz que vive cerca de ahí para que fuera a mi rescate...

Cony: JORGEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ESTOY ENCERRADAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! VEN A AYUDARMEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!
Jorge (Capataz): Cony, abre el pestillo de la puerta..


TOING!!!!!!!!!!

Mis orejas de burro llegaron hasta el suelo, y a parte del avergonzado "Ah, gracias"... no supe que más decir...

martes, 6 de mayo de 2008

A la Shilena

CRAAAAAASHHHHH CRAAAAAASHHHH

Se escuchaba… Ese sonido lo había sentido en alguna otra parte, en el mismo lugar...

Sin embargo, la sensación era definitivamente diferente. La primera vez que lo escuché sentí angustia… mientras que la última fue casi como un castigo merecido… Fue como si los dioses estuvieran riéndose de mi…

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Era una noche de enero como cualquier otra… Había organizado un carrete con mis amigos del colegio con la intención de presentar al pretendiente de turno (eso da para otra historia)…

Todo hubiera resultado estupendo, ya que en los primeros 20 minutos se habían caído muy bien…si no fuera porque al inicio de dicho evento (SIN NADA DE ALCHOOL EN MI SANGRE) alguno de mis invitados cerró el ventanal de mi cocina sin que me diera cuenta…

Resultado:

- Cony atravesó su ventanal con su hermoso cuerpo, ventanal que quedó absolutamente destrozado…. Sin embargo, no se la llevó gratis… al contrario, ganó:

- 15 puntos en la espalda.

- 3 puntos en mi pierna derecha.

- 1 punto en mi pierna izquierda.

- 50 lucas desembolsados para el Hospital Clínico de la Católica.

Como buena chilena que soy, dejé pasar todo el verano sin colocar el ventanal, y no fue si no hasta hace poco, cuando comenzaron los fríos, que decidí ponerme en campaña para instalarlo.

Mi primera acción fue llamar a la Inmobiliaria, la que me dio el contacto del Vidriero de la empresa… Me cobraba 70 lucas con instalación incluida. Pesadito me va a salir, pensé… Pero, como mi rubro es la construcción, quise saber si tenía otras opciones.

Fue así, como al día siguiente, me acerqué donde Rubén, mi amigui capataz, el que al saber lo que me cobraba la competencia, me dijo: “Conita… ta loca, no se preocupe, yo le consigo un vidrio mucho más barato y se lo instalo yo mismo”…

De lujo, el vidrio me costó 17 lucas más 10 lucas por laminarlo… El único problema, tenía que irlo a buscar en camioneta y llevarlo a mi casa…. Bueno, no es tan terrible cierto?....

Así, un día Viernes, mi madre amablemente, me prestó su VEHÍCULO, lo fui a buscar y lo llevé a mi casa. El día domingo, cuando Rubén fue a instalarlo con su hijo, me encontraba con mi primo, el Loslo, y como vi que eran dos machos que se veía que sabían hacer las cosas, me dediqué a ver películas con Rubencito… De pronto Rubén se me acerca con cara de complicado; “Cony, tenemos un problema, el vidrio quedó grande, hay que cortarlo”… El Loslo, servicialmente, se ofreció ir al Homecenter a comprar una herramienta para cortar vidrio… y al volver, decidí estar cerca de los trabajos, para por lo menos dar acto de presencia…

Así, me encontraba en el balcón fumándome un cigarro, mientras mis dos “maestros” se encontraban en el living, tratando de encajar el vidrio en el marco, cuando siento…

CUIC!!!

¿Qué es eso? Me dije, debe ser mi imaginación, y como seguían trabajando no le presté atención… Sin embargo, segundos más tardes escuché, CUIC CUIC CUIC…

Cuando me acerqué a ver que pasaba… ya los CUIC era muchos… era demasiado tarde… El vidrio estaba partido por la mitad, miro a Rubén, y me responde con la cara de Vergüenza más evidente que he visto en mi vida; “Se rompió”… PLOP

Cuento corto y resumiendo, tuve que comprar otro vidrio, contratar otra instalación e invitar a mi primo una pizza por quedarse en mi casa esperando que los tipos fueran a instalarlo mientras yo trabajaba.

martes, 4 de marzo de 2008

Acción y Reacción


Hace ya varios años, la hija de una amiga de mi mamá estaba próxima a casarse, y un día decidió ir al mall a hacer las últimas compras. Con regalos y otras cosas dentro de su auto, lo estacionó donde habitualmente lo hacía, y al par de horas volvió con sus compras realizadas. Sin embargo, algo notó algo raro... Su auto no estaba!!!... Horror!!! Llamaron a los pacos, e hicieron todo el conducto regular para buscarlo… pero no obtuvieron ninguna pista de él.

Pasaron los meses, y el auto nunca apareció… Sin embargo, un día, la hermana de la víctima iba paseando por algún sector de la ciudad, y sus ojos se pararon en un auto en particular estacionado en la calle. ERA EL AUTO DE SU HERMANA!!! Con gran sorpresa observó que todos los regalos y accesorios que se suponían perdidos, seguían ahí… y sumando y restando se dieron cuenta, que el día aquel, la novia estaba tan nerviosa, que dejó el auto en otro lugar y cuando volvió, lo dio por perdido!!! PLOP!!

Esta historia, la solía contar mi padre y junto con mi familia podíamos pasar tardes enteras riéndonos de la pobre novia nerviosa!!! Jajajajaja… Frases como "Que mina mas tonta" o "la cagó la mina volada", eran sin duda las frases más suaves que decíamos. Era tanto lo que nos gustaba reírnos de ella, que no importaba cuantas veces la contáramos, siempre causaba la misma reacción en nosotros; ATAQUES DE RISA!

Pasó el tiempo… comencé a trabajar… y como sabrán, hay ocasiones en que debo moverme de una obra a otra. Aquel día estaba en Peñalolén, y debía ir a Maipú en la tarde, y como tenía que pagar unas cuentas en Fallabella, pasé al Plaza Vespucio.

Me fue regio regio ahí, pagué mis cuentas, vitrinié un rato e incluso me di el gusto de recompensarme con un rico helado del Mc Donals. Sin embargo, al querer llegar al auto, me di cuenta que no tenía la más remota idea de donde lo había dejado.

Al principio… tranquilamente paré, respiré profundo, y me dije: Cony, tranquila… tu puedes encontrarlo…

Subí las escaleras… salí por Almacenes Paris, apreté el botón de la alarma y sólo escuché el horroroso sonido del… SILENCIO…

Volví a bajar, e hice lo mismo en la otra salida… y… NADA…

Me dije, QUE TONTA SOY… si vine a Falabella, obvio que mi auto está allá… Me dirigí a la tienda y recorrí todas las salidas posibles… y NADA!!!! Esto no me podía estar pasando a mi!!!!!!

Pero si…A los 50 minutos de comenzada mi búsqueda, entré en la desesperación absoluta… y pensé que si estuviera en una película, en ese preciso momento, la cámara me enfocaría a mi desde arriba con cara de desesperación, e iría alejándose y alejándose lentamente hasta verme como una hormiga en medio de LA NADA!!!!!

Ya desesperada, y con el orgullo por el suelo… me acerqué a un guardia para pedirle ayuda… Obviamente, él me consoló con que no era la primera vez q le sucedía a alguien… Sin embargo, por su cara, asumo que pensaba; "QUE MINA MAS TONTA"…

Finalmente, y luego de una búsqueda en la que llamaron "operación YARIS"… (porque más encima todos los guardias estaban conectados por radio buscando mi auto perdido)… lo encontraron en algún sector del mall.

No recuerdo haberle dado las gracias al guardia que me ayudó, pues la vergüenza que tenía era tanta, que me subí y me fui lo más rápido que pude.

Cuando salí del infierno, con mi autoestima destruida, no pude evitar llamar a mi padre para contarle lo que me había ocurrido…

Al terminar mi historia, se escuchó un silencio absoluto… ¿Les ha pasado que existen ocasiones en que tu no sabes si la persona del otro lado se está ahogando o no escuchó lo que le dijiste?... bueno, en mi caso, después de 30 eternos segundos de silencio, le dije; papá, estás ahì?... a lo cual respondió con la carcajada más grande que le escuché en mi vida.

Como pueden ver… Todo se devuelve en la vida… y como consejo les digo, no juzguen a las personas cuando cometen un error, porque el día de mañana pueden estar en sus zapatos.

viernes, 8 de febrero de 2008

Una Noche Inolvidable!!!!


El viernes pasado era el gran día… Desde ya hace un tiempo, con mis amigos del colegio, estábamos planeando la gran salida a comer… El lugar escogido fue el Anakena, y para los que no lo conocen está al lado del Hyatt y se caracteriza por tener comida tailandesa… Riquísima pero a la vez CARÍSIMA… Por suerte, mi amigui Daniel tenía 30% de descuento, así es que asumí que no sería tanto lo que deberíamos desembolsar, y como sabía que la comida la disfrutaría al máximo, cuando me preguntaron si quería asistir, no dudé en decir inscribirme a tal evento.
Todo estaba listo… Llegué a mi casa a las 8 de la noche (porque antes fui a un happy hour con mis amigos de la pega), y como sabía que el ambiente era producidísimo, no podía estar OUT… Busqué un vestido bonito (me costó elegirlo), me pinté y me senté a esperar que mi amigui Maca me pasara a buscar.

Llegamos antes que todos, un mozo muy mino (pero muy gay) nos llevó a nuestra mesa y nos ofreció un aperitivo. Igual me había tomado su par de chelas antes, pero me dije, “oseaaa, estoy aquí… nunca tan nerd de pedirme un jugo”… y comencé a mirar la carta de tragos… La Piña Colada fue la elegida.

Cuando veo al mozo, traer los aperitivos a lo lejos, se me olvidaron completamente las chelas que dos horas antes me había tomado, ya que mi trago elegido en conjunto con el ser que lo traía y el ambiente que había, se veían realmente como si estuviera en el mejor Resort del Caribe. Esto será bueno, pensé.

Poco a poco fueron llegando los demás comensales de la reunión. Sin embargo, mientras pasaban los minutos, y entre que tratábamos de decidir que comer, mi cabeza empezó a dar unos pequeños punzones. Éstos, fueron poco a poco aumentando, pero como no quería arruinarme la noche, decidí no tomarlos en cuenta.

El problema fue, que cuando por fin elegimos lo que queríamos, ya no aguantaba el dolor!!!... Era insoportable… Le pregunté a mis amigos si alguno de ellos tenía un Kitadol, pero nadie tenía. Como el dolor cada vez era más fuerte, no me quedó otra que empezar a pedir en las otras mesas (ya que en el hotel, se negaron a darme uno). Daniel tuvo éxito y me consiguió un Tapsin. Yo creo que sólo el hecho de habérmelo tomado, me alivió un poco el dolor.

Pocos minutos más tarde nos trajeron nuestros ansiados platos para comer. Mi elección fueron unos arrollados primavera de centolla. Eran 5 rollitos DE LI CIO SOS… Los disfruté increíblemente… Sin embargo, a penas terminé el último, me acordé de mi dolor de cabeza, y lo peor de todo fue que era más agudo que antes.

Trataba a toda costa de que no se me notara, ya que no quería arruinarme la noche, ni a ellos tampoco. Cuando llegó el momento de decidir que postre comería, con sorpresa me di cuenta que también me dolía la guata… y comenzó un ligero malestar general que se acrentó cuando vi los postres en la mesa...

Llegó un punto que ya no aguanté más y decidí irme a mi casa…

Así fue como di las disculpas del caso, y me dirigí a buscar un taxi. Fui a la recepción del Hotel y me consiguieron uno.

Obviamente, era producidísimo… Me dijo el monto de la “carrera” al partir… Ahora que lo pienso, quizás no clasificaba para ese tipo de móvil y me preguntó “por si acaso” jajajajaja.

El punto fue que me fui todo el camino con unas náuseas horrorosas!!!... y al llegar a mi casa, aliviada por haberlo hecho… Fui directamente al baño y mientras vomitaba, veía como mi plata pésimamente gastada se iba por él!!!!...


Conclusión:

Happy Hour: $5.500

Comida: $18.000

Taxi: $ 6.000

Ver la comida más cara que he pagado en mi vida, entera en el water: NO TIENE PRECIO

lunes, 21 de enero de 2008

Un tributo a mi amiga


Cuando salí del colegio, como cualquier persona de 18 años, no tenía la más remota idea de que quería hacer de mi vida. Sólo sabía que me gustaban las matemáticas y la física, y como era de esperar con un padre ingeniero civil, una hermana ingeniera comercial y un hermano ingeniero forestal, la idea de también ser ingeniera no era muy descabellada. Sin embargo, mis notas en el colegio no era muy brillantes, y no me esforcé mucho por preparar la P.A.A., por lo que un día decidí que me tomaría un año sabático para reforzar mi vocación por la ingeniería y además me serviría como período de transición para la universidad.

Para mi sorpresa, cuando dieron los resultados de la prueba, no me fue tan mal como me lo imaginaba y a pesar de no haber quedado en la Católica o en la Chile como mis hermanos, me decidí por Ingeniería Civil en la Federico Santa María.

El día de matricularme había llegado. Estaba en la fila para pagar, y millones de caras desconocidas desfilaban en frente mío, y yo, lo único que quería era que alguna de ellas me respondiera con una sonrisa para poder acercarme, y no pasar por ese duro proceso sola.

Fue ahí cuando vi a una niña sentada en el suelo tratando de llenar el maldito formulario que nos habían entregado, que si bien no era difícil de responder, no quería equivocarme y prefería llenarlo con alguien. Se veía bien tranquila, e igual de perdida que yo, por lo que me acerqué a ella con la excusa de que me ayudara a completarlo.

Resultó que, esta niñita llamada Nicole, era más conversadora de lo que pensaba, y es más, sin ningún asco, me habló UNA HORA Y MEDIA, de su ex pololo y de por qué habían terminado, que había hecho al respecto, y las cartas que le había mandado…BLA BLA BLA… QUE MINA MÁS LATERA, me dije… Ya los sentimientos de hacer algún amigo se habían desvanecido, y lo único que quería era entregar el maldito formulario para poder ir a descansar mis oídos a mi casa. Así fue como nos despedimos cínicamente, rogando en mi interior no topármela de nuevo al comenzar el año.

Sin embargo, cuando llegó el primer día de clases, estaba tan aterrada que me dio lo mismo escuchar sus latosidades y preferí eso que la soledad del mundo que estaba alrededor mío. Me dije, solo será por un par de días hasta que encuentre a otra amiga para conversar.

Los meses pasaron y cada vez se me hacía más fácil escucharla y además descubrí que ella también podía hacerlo. Entre certámenes, controles, trabajos, noches de estudio, mucho café y muuuuchos cigarros, fue creciendo una amistad que no se encuentra dos veces en la vida. Comenzamos a ser inseparables… YUNTAS… Fue tal el nivel de amistad que tuvimos que sus padres comenzaron a creer que se podría tratar de una relación lésbica y fue un alivio para ellos cuando descubrieron que ambas teníamos pololos a los cuales amábamos con toda nuestra vida.

A pesar que ellos nunca se llevaron, nuestra amistad continuó, y a nadie le extrañó que cuando terminó el año, nos decidiéramos cambiar juntas a Construcción Civil en la Católica. Aunque no era lo que queríamos, era mejor opción que irse a Valparaíso a seguir la carrera allá.

Así fue como nuevamente nos encontramos llenando el mismo formulario de matrícula, pero esta vez en la Católica y ya no estábamos solas.

Siguieron pasando los meses… se completaron años, y llegó una nueva integrante a nuestro clan, "Bernardita". Ya no éramos dos, sino tres, y no sólo eso, encontramos nuevos amigos, nuevos pololos y el mundo de la construcción nos apasionaba cada día más.

Estábamos ya en tercer año de la carrera, y teníamos que rendir una prueba con bastante grado de complicación, HORMIGÓN. Era un libro gigante, y había que memorizarse TODAS LAS PROPIEDADES FÍSICAS, QUÍMICAS, FISIOLÓGICAS, etc de este material llamado hormigón. Nos encontrábamos estudiando en mi casa, cuando de pronto sonó el celular de mi querida amiga;

Nicole: Aló

Voz extraña: Nicole, pásame a la mamá.

Nicole: con quien hablo?

Voz extraña: Nicole, soy tu hermano, pásame a la mamá.

Todo era engorroso, pero se fue aclarando al descubrir que eran 5 tipos que venían de un asado y se habían equivocado de teléfono. Casi nos hicimos amigos. La Nicole habló con los 5, yo hablé con todos ellos también, y después de un rato, cortó y seguimos estudiando.

No creo que haya transcurrido mucho tiempo, cuando colapsé y decidí darme un baño de tina para relajarme.

Y fue así como estaba yo en la tina, tratando de desestrasarme, mientras mi querida amiga me leía la materia. En ese momento, sonó nuevamente el celular. Eran de nuevo nuestros "amigos", y la Nicole cometió el grave error de decirles en la situación en la cual nos encontrábamos, y quisieron a toda costa hablar conmigo.

Situación: Yo en la tina, obviamente sin ropa, Nicole con los brazos dentro de la tina poniéndome el celular en mi oreja, tratando de no mojarlo, y con la cortina semi cerrada.

Cuando de pronto, se escucha una voz: QUE ESTÁN HACIENDO????????... y claro, era mi papá que al ver a mi amiga con los brazos dentro de la tina, y a mi pilucha, se pasó mil y una película. Medias confundidas, en vez de tranquilamente contarle a mi papá la situación real, las dos saltamos como si realmente hubiéramos estado haciendo algo malo. Después de unos segundos, le explicamos todo, y se fue no muy convencido de lo que había escuchado. Jajajaja

Hoy, seguimos siendo exactamente igual de amigas… es más…nos compramos departamento uno al frente del otro (al estilo Friends), y el hecho de que se haya ido a Copiapó a trabajar, no ha impedido que hablemos a diario, que hayamos pasado el año nuevo juntas con nuestros padres, y que seamos literalmente inseparables.

Siempre recordamos esta historia, y es por eso que quise compartirla hoy…y como nunca le hablé a mi padre del tema, quizás se fue con la idea de que entre nosotras había algo más, y eso lo hace más divertido aún.

miércoles, 16 de enero de 2008

CANCIONES QUE MARCAN


Hace ya varios días estoy pegada con la Oreja de Van Gogh, específicamente escucho el disco “Lo que te conté mientras dormías”… Ahí aparece una canción que habla de que un papá que se muere y va a ver a su hija en sueños… ME SIENTO MUY IDENTIFICADA…

A pesar de esto, hoy me dije "voy a variar un poco" y decidí agregarle más música a mi lista de reproducción de Winamp… Agregué principalmente música de los ochenta, específicamente los New Kids on The Block, Vilma Palma Vampiros, Yuri, Raffaella, etc… En definitiva, pura música Kitsch….

No eran más allá de las 3 de la tarde, cuando de pronto comenzó el hit… “Mueve mueve” de Juan Antonio Labra… Obviamente lo primero que pensé fue en la Pía… y comencé a mover lentamente los pies… poco a poco me fui entusiasmando y comencé a mover la cabeza al ritmo de la música… Justamente me encontraba así cuando comencé a bajar un archivo en el PC y por ende tenía el tiempo para bailar el coro… Ya no solo se movían mis pies y mi cabeza, sino que también mi tronco, cintura, mis brazos, mis ojos… mis manos…. “MUEVE MUEVE… HAY TU CINTURA MUEVE… HAY QUE LOCURA MUEVE…

Estaba en lo mejor del baile cuando sorpresivamente se abre la puerta. Instintivamente pensé que era alguno de mis amigos de la pega o a lo más un capataz que, como ya me conocen, me dije "filo si me ven". Sin embargo, para mi gran sorpresa aparece Don Edmundo (mi ex Jefe, Gerente de Proyectos de la Inmobiliaria)… y yo en vez de parar,sólo atiné a bajar el volumen y seguí bailando… Don Edmundo no paraba de mirarme… Su mirada era como diciendo “esta mina está cada día más loca”… jajajajajaja

Bueno, finalmente, después de un par de segundos (eternos para ambos), paré de bailar, bajé más el volumen y seguí trabajando… obviamente cagada de la risa… y él también.